Bélgica y Holanda
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FORO DE TURISMO RURAL |
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UN PAISANO EN BÉLGICA Y HOLANDA Por Roberto Balboa Queridos paisanos: Hace ya muchos años el azar quiso que conociera las excelencias de viajar al extranjero en viajes organizados. Hasta ese momento mis viajes siempre fueron por distintas zonas de España; viajaba por libre y cada viaje me salía por un riñón. Pero descubrí lo barato que podía hacerlo al extranjero y, desde entonces, no ha pasado un año de mi vida sin que lo haga. Cuando os hablaba, hace unas revistas, de mis impresiones de París, creo que os conté cómo hice mi primer viaje al extranjero acompañado por mi madre, q.e.p.d., recorriendo durante 18 días Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y Luxemburgo. Pues extraído de ese viaje en esta ocasión os voy a hablar un rato sobre Bélgica y Holanda. Y digo un rato porque como sabréis, desde la revista nos han pedido a todos los colaboradores que no seamos tan extensos, optando por mantener la calidad y el gramaje del papel con que se hace la misma. Según parece Correos ha encarecido mucho el envío de este tipo de correspondencia y, por ello, me veo en la necesidad de omitir los adornos con los que me gustaba describiros mis viajes y, en adelante, hasta que no busquemos otro tipo de solución, deberé ser más somero y escueto. Bruselas Capital europea, llena de funcionarios de todos los países, donde destaca la Grand Place, preciosista hasta el extremo y rodeada de bellos edificios gremiales, destacando el del (foto) gremio de la cerveza. Existen más de 300 tipos de cerveza y la que se elabora según una antigua receta de los monjes trapenses puede llegar a tener 15 ó 16 grados. Un par de ellas te pondrán los ojillos alegres. Muy cerquita está la famosa estatua del Manneken Pis (foto), ese niño regordete haciendo pis de manera natural, al que atavían con diferentes trajes. Otro de los monumentos emblemáticos de esta hermosa ciudad es su famoso Atomium (foto). Tiene además unos museos muy importantes. Amberes Grandes mansiones eclécticas de estilo Art Nouveau junto a villas neorrenacentistas y castillos medievales. “Onze Lieve Vrouwe Katedraal” es la catedral gótica más grande del país. Patria chica de Rubens, posee muchos y bonitos museos. Si vais con vuestras mujeres ¡cuidado!, la industria de los diamantes es próspera. Brujas Es la ciudad medieval mejor conservada de Europa. Un paseo por sus calles te transportan al siglo XIII y si quieres una vista aérea tendrás que subir los 366 escalones del campanario. Gante Si no fuera por París, Gante sería la ciudad medieval más grande de Europa. En su catedral “Sint-Baafskathedral” se puede contemplar la obra pictórica de Jan van Eyck. Ámsterdam Construida sobre 96 isletas, con sus 100 canales y 40 puentes, es otra de las joyas del viaje. ¡Cuidado!, aquí también florece la industria del diamante. La excursión nocturna por sus canales también es aconsejable. El Barrio Rojo es otra forma distinta de entender la profesión más antigua del mundo. El consumo de drogas blandas está permitido. Hay muchos y buenos museos. También se puede visitar la casa de Ana Frank. Muy cerca se pueden visitar los pueblecitos pescadores de Marken y Volendam. Rótterdam Es el principal puerto europeo. Muy cerca del puerto hay una torre desde la que se puede divisar toda la ciudad, mientras comes tranquilamente, ya que la plataforma de lo alto está girando lenta y constantemente. La Haya Se pueden admirar majestuosos edificios: el Parlamento, el Palacio de la Paz, etc. Es la sede del famoso Tribunal de la Haya, donde trabajó nuestro paisano de adopción Don Manuel Díez de Velasco. Muy cerca hay una ciudad que se llama Madurodam y en ella no podemos dejar de ver (foto) su famosa “Ciudad en Miniatura” (foto). Ni que decir tiene que nos encontramos en los países con más alto índice de pluviosidad de Europa, por lo que nunca estará de más que uno de nuestros mejores compañeros de viaje sea, sin duda, un hermoso paraguas. La ropa deberá estar en consonancia con lo anteriormente expuesto. Los mercados de las flores (foto) deberán ser otra de nuestras visitas en aquellas ciudades que los tengan. También aconsejo la visita a una granja donde se elaboren quesos. Es un viaje que merece la pena hacer; es la primera vez desde que escribo en la revista que me queda un saborcillo agridulce por no haberos transmitido con la suficiente clarividencia lo que mi corazón rememora de aquel viaje inolvidable, pero las circunstancias mandan y, si cabe, casi es preferible dejaros con un poco de miel en los labios para que os decidáis a visitar estas maravillosas tierras. Hasta la próxima. Vuestro paisano. © Del autor Artículo publicado en la Revista de la Asociación Cultural Amigos de Gor San Cayetano
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