UN PAISANO EN LA REPÚBLICA CHECA
Queridos paisanos:
Ya estamos dispuestos otra vez para contaros otro de mis muy anhelados viajes, tantas veces pospuesto por circunstancias ajenas a mi voluntad, que aún hoy, ya realizado, miro atrás y casi no me lo creo.
Todo el mundo que había visitado Praga se extrañaba, cómo yo, viajero constante e infatigable, no conocía la Perla de Europa. Pero como ya os he contado en alguna ocasión, ha habido viajes que se han resistido, y este era uno de ellos.
Volamos directamente desde Sevilla a Praga; salvo las dos horas y media del retraso en la salida del avión no hubo ningún tipo de contratiempo. Llegamos al hotel a las cuatro y media de la mañana, muy cansados, y unas horas más tarde cogíamos un tranvía que nos llevaría hasta “Museum” que es la parada de la plaza de Wenceslao, centro neurálgico de la ciudad de Praga.
Tras tomar un café nos unimos al grupo y durante unas cuatro horas hicimos un recorrido a pie por los sitios más significativos de la ciudad: la plaza de Wenceslao, la Cruz de Oro, la plaza del reloj, la calle de París, la torre de la pólvora, el barrio judío, el puente de Carlos, la casa de Frank Kafka y otros sitios de interés, todo ello, caminando por amplias avenidas y estrechas callejuelas donde cada edificio competía con sus vecinos por ser más bonito.
El famoso reloj astronómico de Praga
Me sorprendí a mi mismo cuando me vi reflejado en el cristal de un escaparate con la boca abierta, contemplando los edificios que nos rodeaban.
Se me hace difícil no poder contaros un poco más acerca de estas maravillas pero ya sabéis el problema de espacio.
Durante los días que estuvimos en Praga, volvimos una y otra vez a recorrer sus calles. No te cansabas, un día descubrías una cosa, otro día descubrías otra y cada día era distinto.
En cierta ocasión traspusimos al barrio de Mala Strana y comimos en un restaurante cuyo encargado era español, el amigo Juan Lorenzo; nos atendió de maravilla y comimos muy bien.
Sabiendo que nos faltarían días solo para visitar Praga, decidimos que ya que estábamos allí, no podíamos dejar pasar por alto, visitar la ciudad balneario de Karlovy Vary y el pueblo medieval protegido por la UNESCO de Cesky Krumlow.
Karlovy Vary posee una riqueza arquitectónica y paisajística extraordinariamente bella; personajes como Goethe, Beethoven, Chopin, el Zar Pedro I de Rusia y muchos más disfrutaron de largas estancias y paseos por sus calles y jardines.
La iglesia ortodoxa rusa, el geiser, el gran hotel Pupp y sus muchas fuentes públicas de aguas minero medicinales son algo que no debes dejar de visitar si tienes la suerte de ir a Karlovy Vary.
Cuentan de este valeroso soldado miles de hazañas al estilo de nuestro Don Quijote de La Mancha. Recomiendo la lectura del libro titulado "Las aventuras del valeroso soldado Schwejk" publicado por Ediciones Destino y cuyo autor es Jaroslav Hašek. No pararás de reir.
Además de los célebres cristales de Bohemia, las porcelanas y los granates checos, presentes en todas las tiendas, en esta ciudad puedes encontrar una bebida típica que se llama Becherovka, famosa por sus cualidades afrodisíacas.
Cesky Krumlow es conocida como la perla del Renacimiento y une a su belleza paisajística una impresionante arquitectura, desarrollada por las familias aristocráticas que vivieron allí: los Rosembergs, los Eggenbergs y los Schwarzenbergs.
Vista general de Cesky Krumlow
Destaca el castillo de la ciudad, que es el segundo más grande de Chequia; el primero es el de Praga.
Como sabéis la República Checa está preparándose para ingresar en la Unión Europea, por lo que es posible que dentro de poco, si la visitáis, no tengáis que usar las coronas checas; actualmente 1 euro equivale a 30 coronas checas.
El transporte público en la ciudad de Praga está muy bien y no es caro; en cuanto a los taxis es recomendable que uséis los que se distinguen con el logotipo AAA14014, ya que los otros os pueden dar un susto en la cuenta si antes no habéis tratado el precio.
El viaje de vuelta no tuvo contratiempos, salvo que el avión volvió a salir con dos horas de retraso.
Por lo demás, deciros que no conozco a nadie aún que haya estado en Praga y no hable maravillas de esta ciudad.
Solo me queda animaros para que la visitéis pues estoy seguro que no os defraudará.
Hasta la próxima.
Vuestro paisano.
© Del autor
Artículo publicado en la Revista de la Asociación Cultural Amigos de Gor San Cayetano
Este sitio se actualizó por última vez en Guadix (Granada) el 11 de abril de 2022 a las 16:45:26
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